Luis Bassat, considerado ni más ni menos que el mejor publicitario español de la Historia, busca emprendedores en laSexta.
Busca a «personas con valores, inteligentes y creativas, que quieran aportar algo a la sociedad». ¿Don Dinero relegado a un papel secundario? ¿Transmisión de valores en plena transacción bancaria?
Cuesta creerlo cuando el premio asciende a 150.000 euros -o un contrato en la empresa de la que es presidente honorífico el aludido, el gran grupo publicitario Bassat Ogilvy-. Más si cabe si se atiende a las ediciones de otros países, que han triunfado gracias al carácter implacable de los maestros y la falta de escrúpulos de algunos concursantes.

Ciertamente, los retos, Bassat los apila. Su trayectoria abarca más de cuatro décadas. Cuando empezaba a estudiar en la universidad, se puso a vender televisores, de casa en casa, una llamada al timbre tras otra, la suerte no lo acompañaba. Hasta que llegó su «primera idea creativa»: recomendar la compra del invento a los dueños de los bares. Una fórmula para ganar parroquianos. «Siempre hay que pensar en lo que gana el cliente».
De ahí a abrir una primera empresa con sólo 25 años, organizar las ceremonias de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, asociarse con una multinacional como Ogilvy...
Como buen publicitario -«no publicista», recalca-, le sobra labia para vender el nuevo producto a su cargo: «No tiene nada que ver con un reality. Los concursantes van a El aprendiz a trabajar. Cada persona que vea este programa podrá sacar conclusiones, tanto el gran empresario como el pequeño comerciante».
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